La Importancia de Quiénes Somos

Permítame contarle algunas historias de mi caminar con Jesucristo desde que lo recibí en mi corazón a través de este blog Ha sido y es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Esa experiencia ha transformado mi ser, Me guía paso a paso hacia una vida plena también puede hacerlo contigo.

Los reconocimientos pueden ser importantes, pero aceptar a Jesucristo en mi corazón trajo una recompensa mucho mayor, una paz duradera que no se compara con ningún premio o logro terrenal.Aún en las adversidades de la vida me levanto cada día con una esperanza que el mundo no me puede dar, porque lo que espera el mundo desaparece con el cambio de las emociones pero la esperanza en Dios es eterna,Su promesa no cambia y es darnos una vida renovada y eterna junto con El.

Es por eso que es de vital importancia conocernos a nosotros mismos, reconocer nuestras fortalezas, debilidades y tener una identidad no dada por el mundo sino por nuestro creador, Dios. Esa identidad está en la palabra de Dios, en la biblia. No es lo que el mundo dice que somos sino que es lo que dice Dios de nosotros. 1Pedro 2.9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Antes de 1996 mi vida estaba absorvida por las ofertas de este mundo. ¿cómo podía alegrar mi corazón y cómo podía ganar una pelea .Todo se trataba de mi. Qué es lo que me hacia feliz y qué debía hacer para obtenerlo. En algunas ocasiones tuve situaciones dificíles por causa de mis desiciones erradas porque las tomaba sin argumentos, sin pensar ,solo porque las personas las veían bien o me traía ganancias. Ni siquiera ustedes podrían juzgar mi pobre comportamiento pues ese era mi pensamiento y no creía que los demás tenían la razón. Yo siempre estaba en lo correcto y ese pensamiento me llevó a un camino largo y peligroso. Estaba llena de resentimientos y pecados que aún no se me fueron revelados hasta que conocí a Jesucristo y mis ojos fueron abiertos. No tenía una meta segura porque solo estaba siendo dirigida por las emociones del momento.Tal vez se debía a que no tenía una base o ejemplo en mi hogar de una familia estable y al igual que otras familias en Cuba estabámos arraigados a una vida llena de impotencia por la falta de alimentos y libertad de expresión de palabra ante la necesidad social y económica que estabámos enfrentando.

Era muy joven y con sueños, las circunstancias por parte del regimen manipulador del gobierno en mi país natal,Cuba, no me permitía proseguir a la meta,eran tiempos dificíles, la vida era dura y sin recursos. Era una búsqueda constante de una esperanza que no sabíamos que había o la teníamos por perdida. La mayoría de los hombres y también las mujeres se sometían al alcholísmo y a los vicios por lo que las familias sufrían las consecuencias de lo que esto produce y yo no fui la excepción de eso,vi muchas peleas violentas y también fui victima de ellas.Varias veces estuve al punto de muerte causada por la depresión y la infelicidad pero por obra del destino que ya estaba preparado para mi de parte de Dios aún sigo aquí.Todo producido por una vana manera de vivir.

llegó 1996 Ya estaba casada y tuve mi primer hijo a los 20 años.Cuando mi hijo tenía tres meses de nacido no podía contener alimentos en su pequeño estómago. Lo llevé al hospital con urgencia y no le encontraban nada. Le hicieron muchas pruebas y no encontraban la razón, simplemente nos enviaron de regreso a casa.Yo estaba sola con él en aquel hospital, nadie estaba preocupado por mi bebé. Solo él y yo. No me fui de allí. Mi hijo estaba delgado y debil. Yo solo lloraba desconsolada. No sé ni por qué razón estaba sentada en un banco que estaba en los bajos del hospital. No me quería ir, quería una respuesta pero no me dieron esperanza. Estaba en Cuba, tal vez no tenían los medios o los doctores habían perdido la sensibilidad y no hicieron todo lo posible por ayudar a mi pequeño hijo.

No me acuerdo cuanto tiempo estuve sentada y sola llorando con mi hijo en aquel banco. Ni siquiera me acuerdo si alguien de la familia había pensado en mi y en mi bebé. No me acuerdo si alguien me preguntó, solo sé que cuando lloraba por mi hijo se acercó una mujer de limpieza del hospital y me preguntó por qué estaba llorando.Yo le conté la situación de mi hijo, ella nisiquiera tituvió en mi dolor, solo me hizo una pregunta. ¿Conoces a Dios.Yo solo sentía esa posibilidad pero no le conocía. Ella me dió instrucciones de lo que debía hacer y yo le creí como toda madre que hace hasta lo que parece imposible por salvar a su hijo. Ella me dió una oración en un papel y luego me miró a los ojos fijamente y me dijo, - antes de hacerla creyendo en tu corazón vas a tener preparado el alimento del niño y solo se lo vas a dar cuando clames a Dios y ahora vete a la casa y haz lo que te digo. No dudé ni un momento, me fuí para la casa con muchas ansias, alli estaba mi esposo, le conté todo lo sucedido, nos arrodillamos lei la oración como si lo hiciera con el corazón y le di la leche a mi hijo, El la tomó con muchas ansias y no la devolvió más.Tomó y comió de todo lo que dabamos. Yo tenía deseos de conocer a Dios. Aunque mi esposo aún se negaba a creer yo creí en ese poder de Dios. Esa semana discutí mucho con él hasta el punto de sentir menosprecio, estaba como siendo alada por una fuerza maligna, tenía visiones de sangre y violencia pero por otro lado quería conocer a Dios. Dos semanas después una muchacha que ni conocía tocó a la puerta, le habían dicho que yo podía ayudarla a traducir un libro que estaba en Inglés y yo la invité a la casa. Mientras ella se presentaba me hablaba de que era cristiana y mi corazón de alguna manera estaba siendo afectado por la conversación hasta que llegó el momento de la pregunta que me conectaría con el Dios que había salvado a mi hijo. ¿Quieres recibir a Cristo como señor y salvador de tu vida. No tuve ni que pensarlo,le dije que sí .Ella me ayudó con la oración hacia Dios y el día siguiente me dirigí a la casa donde se reunían los cristianos porque no podía esperar mas tiempo. El pastor me recibió y allí crecí en la palabra, fuí bautizada y comencé una nueva vida en Cristo,Tal parce una historia con un final feliz pero aún mi historia no se acaba, aún hubieron muchas peleas pero de todas ellas Dios me ha salvado.

Nos vemos en la próxima, aún hay más que contar¡ Todo es para la gloria de Dios! Juan 16.33 En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”